Los síntomas de una conmoción cerebral pueden variar y no siempre son evidentes. De hecho, a veces los alumnos no se dan cuenta de que lo han sufrido. Las conmociones cerebrales pueden ocurrir durante los deportes o durante golpes o caídas accidentales. Muchos niños no quieren admitir ante sus amigos, maestros, entrenadores o padres que se han lesionado. Los atletas jóvenes parecen ser particularmente vulnerables a los efectos de la conmoción cerebral. Son más propensos que los atletas mayores a experimentar problemas después de una conmoción cerebral y, a menudo, tardan más en recuperarse. Los adolescentes también parecen ser más propensos a sufrir una segunda lesión en el cerebro que ocurre mientras el cerebro aún se está recuperando de una conmoción cerebral inicial. Este segundo impacto puede resultar en un deterioro a largo plazo y, aunque es muy raro, incluso en la muerte. No se puede dejar de enfatizar la importancia del reconocimiento y manejo adecuados de los atletas jóvenes con conmoción cerebral. Después de una conmoción cerebral, el cerebro necesita tiempo para sanar. Un médico debe controlar al niño para asegurarse de que se recupere antes de que se reanude la actividad.

¿Qué hacer si sospecha que su hijo ha sufrido una conmoción cerebral.